Los españoles ofrecen cocidos repletos de garbanzos, como el Cocido Madrileno, que se combina con salazones, patas de cerdo o jamón ahumado con pollo y salchichas. Estas carnes son aderezadas con ajo, cebolla y papas en un guiso sabroso. Los cocidos son especialmente populares en el norte de España, donde el líquido se sirve en un primer plato de sopa, seguido por las carnes guisadas y verduras servidas con pasta.
Los productores de alimentos coinciden en que Cozido à Portuguesa se originó en la provincia norteña de Beira. Las versiones más tradicionales se caracterizan por la morcela o chourico, dos tipos de chorizo ahumado y espinilla de ternera. Otra interpretación combina el pollo con zanahorias, repollo y una variedad de otras verduras, incluyendo trozos de papa.
Las regiones costeras, tanto en Portugal como en España, así como en los países sudamericanos que cuentan con sus propios guisos similares, el bacalao salado, la caballa y otros pescados frescos pueden sustituir o complementar las carnes. Las presentaciones más elegantes incluyen langosta, camarones o cangrejo. Mientras que estas versiones de mariscos se preparan como cozidos tradicionales, pueden aparecer en menús como Caldeirada o Bacalau.
Independientemente de la ortografía, el plato rara vez se cocina de la misma manera dos veces. El cozido tradicional contiene carne de cerdo, res o pollo, y verduras de raíz además de cualquier verdura que tenga a mano. Muchos cocineros añaden papas o arroz para crear una comida completa en un tazón. Con este estofado latino, sin embargo, como con los estofados de todo el mundo, el cielo es el límite; frutas secas, fruta fresca y un mundo de condimentos pueden hacer un chapuzón feliz basado en el capricho del cocinero.
Algunos historiadores de la gastronomía señalan los primeros aromas fragantes y complejos que surgen de la olla hasta el siglo XV, atribuyendo al navegante portugués Príncipe Enrique la transformación y elevación de la cocina nacional con la introducción de los alimentos del Nuevo Mundo. Las piñas, las patatas y los tomates aparecieron por primera vez en las mesas europeas como respuesta a su proclamación a los marineros de regresar con semillas desconocidas y plantas comestibles. Históricamente, Portugal había acogido alimentos exóticos desde que las aceitunas y uvas romanas encontraron hogares en el sur, a los que se unieron posteriormente higos moriscos, limones y arroz. En un momento u otro, la mayoría de estos ahora comunes vituallas saltaron de un lado a otro en algún lugar a lo largo de la línea.
Es imposible visitar Portugal sin enfrentarse a la evidencia de un guiso tan omnipresente que muchos lo consideran el plato nacional. En un esfuerzo por reclamar el cozido, los portugueses han puesto un sufijo; en la mayoría de los restaurantes, los comensales piden Cozido à Portuguesa. Esto lo distingue de los cocidos populares en España y se traduce de diversas maneras por las cocinas de muchos países sudamericanos.
11 respuestas sobre “Cozido”
Cecilio
(16 junio, 2015 -4:30 am)Pancho
(12 agosto, 2015 -12:39 am)Los españoles ofrecen cocidos repletos de garbanzos, como el Cocido Madrileno, que se combina con salazones, patas de cerdo o jamón ahumado con pollo y salchichas. Estas carnes son aderezadas con ajo, cebolla y papas en un guiso sabroso. Los cocidos son especialmente populares en el norte de España, donde el líquido se sirve en un primer plato de sopa, seguido por las carnes guisadas y verduras servidas con pasta.
Severo
(2 noviembre, 2015 -10:51 pm)Virgilio
(19 enero, 2016 -4:53 pm)Los productores de alimentos coinciden en que Cozido à Portuguesa se originó en la provincia norteña de Beira. Las versiones más tradicionales se caracterizan por la morcela o chourico, dos tipos de chorizo ahumado y espinilla de ternera. Otra interpretación combina el pollo con zanahorias, repollo y una variedad de otras verduras, incluyendo trozos de papa.
Rodrigo
(2 marzo, 2016 -11:15 am)Las regiones costeras, tanto en Portugal como en España, así como en los países sudamericanos que cuentan con sus propios guisos similares, el bacalao salado, la caballa y otros pescados frescos pueden sustituir o complementar las carnes. Las presentaciones más elegantes incluyen langosta, camarones o cangrejo. Mientras que estas versiones de mariscos se preparan como cozidos tradicionales, pueden aparecer en menús como Caldeirada o Bacalau.
Miguel
(6 julio, 2016 -9:49 am)Sosimo
(25 febrero, 2017 -11:56 pm)Independientemente de la ortografía, el plato rara vez se cocina de la misma manera dos veces. El cozido tradicional contiene carne de cerdo, res o pollo, y verduras de raíz además de cualquier verdura que tenga a mano. Muchos cocineros añaden papas o arroz para crear una comida completa en un tazón. Con este estofado latino, sin embargo, como con los estofados de todo el mundo, el cielo es el límite; frutas secas, fruta fresca y un mundo de condimentos pueden hacer un chapuzón feliz basado en el capricho del cocinero.
Viviana
(27 febrero, 2017 -12:06 pm)Algunos historiadores de la gastronomía señalan los primeros aromas fragantes y complejos que surgen de la olla hasta el siglo XV, atribuyendo al navegante portugués Príncipe Enrique la transformación y elevación de la cocina nacional con la introducción de los alimentos del Nuevo Mundo. Las piñas, las patatas y los tomates aparecieron por primera vez en las mesas europeas como respuesta a su proclamación a los marineros de regresar con semillas desconocidas y plantas comestibles. Históricamente, Portugal había acogido alimentos exóticos desde que las aceitunas y uvas romanas encontraron hogares en el sur, a los que se unieron posteriormente higos moriscos, limones y arroz. En un momento u otro, la mayoría de estos ahora comunes vituallas saltaron de un lado a otro en algún lugar a lo largo de la línea.
Silvestre
(2 junio, 2017 -11:22 am)Felicidad
(3 junio, 2017 -7:22 am)Gertrudis
(8 julio, 2017 -6:11 pm)Es imposible visitar Portugal sin enfrentarse a la evidencia de un guiso tan omnipresente que muchos lo consideran el plato nacional. En un esfuerzo por reclamar el cozido, los portugueses han puesto un sufijo; en la mayoría de los restaurantes, los comensales piden Cozido à Portuguesa. Esto lo distingue de los cocidos populares en España y se traduce de diversas maneras por las cocinas de muchos países sudamericanos.