Las heridas crónicas tienen un mayor riesgo de infección e inflamación. También pueden crecer, llevando a la muerte de tejidos y problemas asociados. Además, algunos son bastante dolorosos y el manejo del dolor es reconocido como un aspecto importante del proceso de cuidado de heridas crónicas. La falta de tratamiento adecuado del dolor puede causar un deterioro en la calidad de vida del paciente, y puede estresar el cuerpo del paciente, haciendo más difícil su curación.
Una herida crónica es una herida que no se cura como se esperaba. Si no se trata adecuadamente, una herida crónica puede llevar a complicaciones médicas graves, incluyendo pérdida de miembros o incluso la muerte. Si un paciente tiene una herida de este tipo, puede ser referido a un especialista en el cuidado de heridas para su tratamiento, aunque otros profesionales médicos también pueden supervisar el tratamiento y la recuperación. Es importante tratar las heridas crónicas rápida y agresivamente.
Algunos ejemplos de heridas crónicas incluyen úlceras diabéticas, úlceras venosas y úlceras por presión. Éstos se observan más comúnmente en los ancianos, las personas con diabetes en el caso de úlceras diabéticas y las personas con afecciones como la neuropatía. Las personas que tienen un rango limitado de movimiento también pueden estar en riesgo de sufrir heridas crónicas, tanto porque pueden desarrollar llagas por presión que pueden ulcerarse con el tiempo como porque su circulación puede ser deficiente, lo que dificulta la cicatrización adecuada de las heridas.
Cuando se identifica una herida crónica, es necesario limpiarla cuidadosamente y el médico debe confirmar que no es una malignidad u otro tipo de herida. Luego, el paciente es instruido en el cuidado de la herida y se inicia un régimen agresivo de cuidado de la herida. Esto generalmente incluye cambios regulares de apósito, monitoreo de la herida, cambios en la posición para minimizar la presión y recomendaciones de ejercicio. A los pacientes también se les puede dar un acolchado especial para limitar la presión sobre la herida, junto con medicamentos antibióticos para combatir la infección.
El término «herida crónica» a menudo evoca la imagen de una herida que se niega a cicatrizar durante un período de tiempo prolongado, y éste es un rasgo común de las heridas crónicas. Sin embargo, no hay definiciones temporales específicas sobre dichas heridas y una herida puede ser identificada como crónica cuando es relativamente fresca. La caracterización más importante es una falla en sanar o moverse a través de las varias etapas de la curación como se anticipó. Por ejemplo, si una herida no comienza a tejerse y cerrarse en pocos días, puede ser una señal de que se está convirtiendo en una herida crónica.
8 respuestas sobre “una herida crónica”
Rolando
(27 agosto, 2015 -7:36 am)Esperanza
(9 febrero, 2016 -10:06 pm)Antonietta
(22 febrero, 2016 -1:02 am)Las heridas crónicas tienen un mayor riesgo de infección e inflamación. También pueden crecer, llevando a la muerte de tejidos y problemas asociados. Además, algunos son bastante dolorosos y el manejo del dolor es reconocido como un aspecto importante del proceso de cuidado de heridas crónicas. La falta de tratamiento adecuado del dolor puede causar un deterioro en la calidad de vida del paciente, y puede estresar el cuerpo del paciente, haciendo más difícil su curación.
Mireia
(29 febrero, 2016 -2:31 pm)Una herida crónica es una herida que no se cura como se esperaba. Si no se trata adecuadamente, una herida crónica puede llevar a complicaciones médicas graves, incluyendo pérdida de miembros o incluso la muerte. Si un paciente tiene una herida de este tipo, puede ser referido a un especialista en el cuidado de heridas para su tratamiento, aunque otros profesionales médicos también pueden supervisar el tratamiento y la recuperación. Es importante tratar las heridas crónicas rápida y agresivamente.
Rafael
(26 marzo, 2016 -12:50 am)Algunos ejemplos de heridas crónicas incluyen úlceras diabéticas, úlceras venosas y úlceras por presión. Éstos se observan más comúnmente en los ancianos, las personas con diabetes en el caso de úlceras diabéticas y las personas con afecciones como la neuropatía. Las personas que tienen un rango limitado de movimiento también pueden estar en riesgo de sufrir heridas crónicas, tanto porque pueden desarrollar llagas por presión que pueden ulcerarse con el tiempo como porque su circulación puede ser deficiente, lo que dificulta la cicatrización adecuada de las heridas.
Sarita
(1 abril, 2016 -11:12 am)Cuando se identifica una herida crónica, es necesario limpiarla cuidadosamente y el médico debe confirmar que no es una malignidad u otro tipo de herida. Luego, el paciente es instruido en el cuidado de la herida y se inicia un régimen agresivo de cuidado de la herida. Esto generalmente incluye cambios regulares de apósito, monitoreo de la herida, cambios en la posición para minimizar la presión y recomendaciones de ejercicio. A los pacientes también se les puede dar un acolchado especial para limitar la presión sobre la herida, junto con medicamentos antibióticos para combatir la infección.
Cecilio
(23 febrero, 2017 -2:53 am)El término «herida crónica» a menudo evoca la imagen de una herida que se niega a cicatrizar durante un período de tiempo prolongado, y éste es un rasgo común de las heridas crónicas. Sin embargo, no hay definiciones temporales específicas sobre dichas heridas y una herida puede ser identificada como crónica cuando es relativamente fresca. La caracterización más importante es una falla en sanar o moverse a través de las varias etapas de la curación como se anticipó. Por ejemplo, si una herida no comienza a tejerse y cerrarse en pocos días, puede ser una señal de que se está convirtiendo en una herida crónica.
Fortunata
(15 junio, 2017 -9:30 am)